CRISTO ES EL SHOW Por Pedro Pablo Achondo M, sscc Hace ya un tiempo que la acción pastoral en las grandes ciudades, por lo menos a nivel general, ha cambiado conceptos como lucha, justicia, pobres, por experiencia personal, paz interior y deber cristiano. Las pequeñas comunidades se desmiembran, lo que era una voz unificadora y dadora de sentido se va tornando una voz personal, y en el caso de la pastoral popular, una voz de masas que responde a coro las invitaciones del pastor. Todo este comportamiento social responde a un sin número de causas, a cambios económicos e incluso arquitectónicos, a una cierta estructuración de la ciudad en torno a centros comerciales y debido a una carencia de referencias contundentes en cuanto a su ética. La acción pastoral se va tornando en muchos casos, una “pastoral de eventos” (revisemos nuestras pastorales juveniles, sobretodo), los espacios litúrgicos se van permeando de esta mentalidad (no espiritualidad), dando más fuerza a los coros y situándolos en verdaderas tarimas y plataformas propias de una banda musical. Los jóvenes que aún están motivados por la pastoral fijan su mirada en lo exterior: vestimentas, atuendos, formas y expresiones que manifiesten al otro lo que se cree, lo que se adora. Se espera con ansias tal o cual momento (experiencia); no se participa, celebra y comparte, sino que se vive: se vive el retiro, se vive la misa, se vive el encuentro renovador. Quien no lo vivió, no sabe realmente lo que es. Sin emitir un juicio tajante, constatamos una realidad: el cristianismo en general y el catolicismo, en particular, van tomando una forma concreta. La forma de un show. En el sentido de que es más importante el ritmo que la letra, las luces que las palabras, las emociones que la reflexión. La acción pastoral va llegando con fuerza a los sentimientos de las personas: la misa de san Expedito el día tanto, las prédicas del padre fulano, la fiesta multitudinaria en tal lugar. Estos momentos aislados van haciéndose referencia, van creando una cierta tradición; sin embargo efímera, volátil, superficial, momentánea, anestésica; que no hace pensar, no da que pensar a la persona, no conduce a la reflexión propia, pues ¡por que ese no es su objetivo! Cristo, Jesús de Nazaret, va desapareciendo del lenguaje cristiano; la lucha, la opción con los pobres, el anonimato cristiano, la gratuidad del compartir, la comensalidad abierta van dando paso al show de Cristo, donde el Hijo de Dios y su Reino escatológico parecen no tener lugar. El Profeta Itinerante no aparece en el ranking de ventas: no malgaste su tiempo y dinero.
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