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Del 13 al 16 de noviembre de 2023, en el “Augustinianum” de Roma, se ha celebrado el segundo Congreso del Dicasterio de las Causas de los Santos y, además, quienes lo han deseado han podido adquirir las actas de las sesiones del año pasado y un extenso y variado comentario a la Exhortación Apostólica “Gaudete et exultate” del papa Francisco (Roma, 19 de marzo de 2018), con motivo del décimo aniversario del inicio de su Pontificado.
Asimismo, todos los postuladores y entendidos en la cuestión, han podido compartir espacios de diálogo dentro y fuera del Convenio con los consultores y miembros del Dicasterio que han estado presentes en todos los actos. De este modo, se ha podido lograr un clima de confianza y familiaridad, gracias al cual todos han podido intercambiar experiencias y realizar las consultas necesarias.
El tema central del congreso ha sido la dimensión comunitaria de la santidad que ha sido abordado por especialistas, tanto en las ponencias como en las comunicaciones, comenzando por el Prefecto del Dicasterio, cardenal Marcello Semeraro, una de las personalidades teológicas del momento actual, que ha intervenido activamente en muchas de las sesiones y ha presidido pacientemente la gran mayoría de ellas.
A partir de la constitución dogmática Lumen Gentium, se ha reflexionado sobre la vocación universal a la santidad del pueblo de Dios. En efecto, la santidad es esencialmente comunitaria porque tiene su origen en Dios Trinidad y, en consecuencia, en el cuerpo místico de Cristo que es la santa Iglesia. A su vez, cada bautizado responde con su santidad personal, nutrido por la vida sacramental y la escucha de la Palabra.
El congreso comenzó el lunes 13 de noviembre, con un análisis en profundidad del tema desde un punto de vista bíblico y sociológico. El martes 14 de noviembre las intervenciones se centraron en la dimensión espiritual de la «convivencia», en la comunión a la luz del Magisterio del Papa Francisco y en la llamada a la santidad en la Iglesia particular, con la presentación de algunos testimonios. Al día siguiente, miércoles 15 de noviembre, se analizó la relación entre la santidad comunitaria y tres aspectos fundamentales de la convivencia: la liturgia, la vida matrimonial y la política.
Todas fueron intervenciones muy interesantes; entre ellas citamos la del cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación que abordó la “llamada del pueblo de Dios a la santidad” conjugando magistralmente la teología con la poesía. También fueron iluminadoras las extensas disquisiciones históricas del Profesor Massimo Borghesi de la Universidad de Bolonia, sobre el pensamiento del jesuita de la primera hora Petro Fabro (1506-1546) beatificado por el papa Francisco en los inicios de su pontificado como discípulo de san Ignacio, francés y místico, pues de ese modo priorizaba el papa Francisco esta tendencia frente a la seguida por san Francisco de Borja en la interpretación ignaciana en la visión de la ascética castellana.
El enfoque de la vía mística de la santidad comunitaria y la liturgia de la Iglesia fue expresado por el P. Jordi-A Piqué Collado, OSB, del Pontificio Ateneo de San Anselmo y por el Arzobispo de Catanzaro-Squillace Mons. Claudio Maniago, que realizaron una lectura Escriturística, patrística y magisterial. Finalmente hemos de hacer referencia a la intervención del P. François- Marie Léthel OCD, quien abordó la novedosa cuestión teológica “del ejercicio de las virtudes heroicas en la comunidad conyugal”, desde la aportación de la “Deus Caritas est” y en los clásicos carmelitanos santa Teresa, santa Teresita y san Juan de la Cruz, para sobrevolar sobre el amor conyugal.
El momento clave del Congreso tuvo lugar en la Sala Clementina con la audiencia del papa Francisco, quien saludó personalmente a los 450 participantes. Tras explicar detenidamente tres aspectos del tema del Congreso, santidad que une, santidad familiar y santidad martirial, clausuró su discurso con estas palabras, que expresan claramente el porqué de nuestra tarea:
Queridos hermanos y hermanas, la santidad da vida a la comunidad y vosotros, con vuestro trabajo, nos ayudáis a comprender y celebrar cada vez mejor su realidad y su dinámica, en los numerosos y diversos caminos que valoráis y proponéis para nuestra veneración; diferentes, pero todas dirigidas a un mismo objetivo: la plenitud del amor. Este es el camino hacia la santidad.
Fuente: Conferencia Episcopal Española
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